Me llamo dora soy una perra terapeuta, no me preguntéis mi raza, como buena andaluza soy multiétnica. Cuando nací, el día de navidad por cierto, me encontró abandonada en el campo un hombre mayor llamado Rafael, durante los doce años que Rafael y yo caminamos juntos no dejó de reconocer que era el mejor regalo que había recibido en su vida.
Ahora vivo con su hijo, que se llama Rafa y se parece a su padre, y a veces le ayudo a enseñar cosas a niños y mayores, en ocasiones hasta monto a caballo.
Me gustan mucho la personas y soy muy cariñosa, pero os lo advierto: ¡no me gusta que me den tirones!. Solo soy una perrita pequeña, pero solo hago las cosas cuando se me piden con respeto y cuando se me tiene en cuenta, quien me intente obligar por la fuerza no me podrá convencer por muy fuerte que tire.
Hace poco paseé con un niño de mi familia, se llama Gael,tiene mucha creatividad y es sobrino de Rafa.
A pesar de que Rafa le había explicado a Gael que no se me pueden dar tirones, el niño no se enteró bien. Eso suele pasar, las personas no se enteran a la primera, así que yo se lo expliqué a mi manera: poniéndome firme y aguantando el tirón.
Al poco rato Gael se dio cuenta de que los tirones no funcionaban y miró a Rafa, que le explicó de nuevo: -a tirones no: prueba a ponerte a su lado, mantén la cuerda con las dos manos y pídele "paso". Entonces comenzamos a caminar juntos, pero al poco tiempo el niño dejó de atender a lo que estábamos haciendo juntos así que nos liamos.
A pesar de que Rafa le había explicado a Gael que no se me pueden dar tirones, el niño no se enteró bien. Eso suele pasar, las personas no se enteran a la primera, así que yo se lo expliqué a mi manera: poniéndome firme y aguantando el tirón.
Al poco rato Gael se dio cuenta de que los tirones no funcionaban y miró a Rafa, que le explicó de nuevo: -a tirones no: prueba a ponerte a su lado, mantén la cuerda con las dos manos y pídele "paso". Entonces comenzamos a caminar juntos, pero al poco tiempo el niño dejó de atender a lo que estábamos haciendo juntos así que nos liamos.
Rafa nos ayudó, volvió a decir: -Ponte junto a ella, agarra la cuerda bien, ni tensa ni floja y pide "paso" y esta vez estate atento para no liarte. Así, los dos estuvimos un rato caminando juntos, prestándonos cada vez más atención el uno al otro, al final, Rafa nos felicitó por hacerlo bien y todos estuvimos muy contentos.
Esto es un ejemplo de como puedo ayudar, los perros y los animales en general podemos ayudar mucho siempre que nos comprendan tal y como somos. Nosotros nunca prejuzgamos a las personas, y nunca nos distraemos con pensamientos tontos: siempre nos entregamos al 100% a lo que estamos haciendo y a la persona que nos acompaña. En esta caso la persona que me acompañaba era un niño muy inteligente, pero también puedo trabajar con personas adultas o personas con discapacidad, todos tenemos cosas que aprender y compartir.
Hasta pronto, os saludo con alegria a raudales.
Hasta pronto, os saludo con alegria a raudales.