
Normalmente se comienzan las sesiones de Terapias Ecuestres arreglando y cepillando al caballo, en mi práctica de Equitación Psicopedagógica he experimentado y desarrollado algo que funciona muy bien, tanto con personas afectadas por autismo como por déficit de atención e hiperactividad. A expensas de desarrollar mas teóricamente la técnica os adelanto que le he puesto como nombre "escaneo tactil propioceptivo".
Basándome en diferentes teorías como la Teoría de la Mente y la Teoría del Aprendizaje Social de Vigotsky, lo primero que hago con un niño, sobre todo si está nervioso, al ponerlo frente al caballo es hacerle tocar, acariciar al animal en todo su contorno, sin prisa.
El hecho de acariciar hace apreciar mejor la presencia real del animal como ente diferenciado "esto es otra cosa que no soy yo"..."esto es otra cosa que tiene límites, olores, tacto...movimiento...voluntad...que no son las mías..."
Al mismo tiempo, mientras el niño acaricia los contornos del caballo, yo hago contacto con su espalda, sus brazos, y le hago sentir los límites de su propio cuerpo.
Se pueden dar instrucciones verbales al alumno, mientras este acaricia suavemente al caballo: --"Tranquilo...tranquilo...". con esto aprende esta instrucción de calmar al animal y al mismo tiempo aprende a calmarse, a hacerse consciente de sus propio estado de exitación o relajación y poco a poco va interiorizando un método para relajarse. Es decir, la instrucción pasa progresivamente del plano interpsicológico terapeuta-alumno(mediados por la actividad de escaneo al caballo) a un plano intrapsicológico, el alumno asume la instrucción para si.
Esto no ocurre siempre, ni ocurre a la primera, la técnica de escaneo táctil propioceptivo es un proceso de aprendizaje gradual, y como dije en el primer párrafo está aún en fase experimental, pero está dando muy buenos resultados.
Agradecería cualquier comentario, duda o aclaración.
Nota: los caballos con los que trabajo están muy entrenados para aceptar la proximidad y el tacto de diferentes personas, son caballos tratados siempre con suma delicadeza y respeto, solo se usan para terapia con personal que sabe respetarlos. A pesar de ello, antes de cualquier actividad terapéutica los preparamos y ensayamos con ellos lo que depués harán los niños. El riesgo siempre existe y hemos de minimizarlo.
¡No intenten estas técnicas con un caballo no entrenado ni experimentado para terapias!. Ni con un caballo dedicado a otras tareas (no se puede compaginar un caballo en tareas de terapias con otras recreativas o competitivas).
Basándome en diferentes teorías como la Teoría de la Mente y la Teoría del Aprendizaje Social de Vigotsky, lo primero que hago con un niño, sobre todo si está nervioso, al ponerlo frente al caballo es hacerle tocar, acariciar al animal en todo su contorno, sin prisa.
El hecho de acariciar hace apreciar mejor la presencia real del animal como ente diferenciado "esto es otra cosa que no soy yo"..."esto es otra cosa que tiene límites, olores, tacto...movimiento...voluntad...que no son las mías..."
Al mismo tiempo, mientras el niño acaricia los contornos del caballo, yo hago contacto con su espalda, sus brazos, y le hago sentir los límites de su propio cuerpo.
Se pueden dar instrucciones verbales al alumno, mientras este acaricia suavemente al caballo: --"Tranquilo...tranquilo...". con esto aprende esta instrucción de calmar al animal y al mismo tiempo aprende a calmarse, a hacerse consciente de sus propio estado de exitación o relajación y poco a poco va interiorizando un método para relajarse. Es decir, la instrucción pasa progresivamente del plano interpsicológico terapeuta-alumno(mediados por la actividad de escaneo al caballo) a un plano intrapsicológico, el alumno asume la instrucción para si.
Esto no ocurre siempre, ni ocurre a la primera, la técnica de escaneo táctil propioceptivo es un proceso de aprendizaje gradual, y como dije en el primer párrafo está aún en fase experimental, pero está dando muy buenos resultados.
Agradecería cualquier comentario, duda o aclaración.
Nota: los caballos con los que trabajo están muy entrenados para aceptar la proximidad y el tacto de diferentes personas, son caballos tratados siempre con suma delicadeza y respeto, solo se usan para terapia con personal que sabe respetarlos. A pesar de ello, antes de cualquier actividad terapéutica los preparamos y ensayamos con ellos lo que depués harán los niños. El riesgo siempre existe y hemos de minimizarlo.
¡No intenten estas técnicas con un caballo no entrenado ni experimentado para terapias!. Ni con un caballo dedicado a otras tareas (no se puede compaginar un caballo en tareas de terapias con otras recreativas o competitivas).